Un autor puede escribir todo lo que quiera y publicar todo lo que le dejen; otra cosa es lo que pueda y quiera leerle el mundo.
Con la nueva novela de Enrique Vila-Matas he notado yo que no queríamos leerle, así en general. Que andábamos empachados, sucesivos, ahítos, ay, tos.
A mí mismo me ha costado caer, y si lo he hecho ha sido porque el libro, a su vez, me cayó en las manos, resistió sobre alguna mesa, esperó el momento oportuno en el que no tenía yo otra cosa que abrir, y fue abierto.
Pero volvamos a la apetencia (a fin de cuentas: qué va a decir uno nuevo de una...
4comentario(s)
